Este fin de semana tuvimos la visita de una amiga. Vino el domingo a comer con nosotros un asadito. Lo que me encantó es que vino al mediodía y se fue como a las 8.30!! Fue genial… charlamos, lloramos, reímos, tejimos. Así se pasaron 7hs.

Y aquí esta “el apuro”. El apuro en el tránsito que hace que pongamos nuestra vida, la vida de nuestros hijos y la vida de los demás en riesgo. El apuro en la caja del supermercado o del banco que a veces nos hace perder el respeto por el otro. El apuro que hace que entremos en la vorágine de NECESITAR la banda ancha a la velocidad de la luz. El apuro que hace que no podamos tejer un suerter, “-para que si comprado es mar rápido, mas fácil y mas lindo!!” El apuro que nos metió en Mc Donald’s y sabemos perfectamente los estragos que eso hizo en nuestra alimentación y en la alimentación de nuestros hijos. El apuro que nos hace tan difícil encontrar momentos para tomar un café con una amiga. El apuro que hace que nos alegremos mucho cuando para nuestro cumpleaños recibimos un SMS, pero no una visita para tomar el té. El apuro que hace que no necesite más usar tapado y bufanda por que voy en auto y no lo necesito como antes que viajaba en bondi. El apuro que hace que compre en cuotas, no que pueda esperar a ahorrar hasta juntar el dinero que necesito para comprar la tele nueva.
Sí, aquí esta “el apuro” modificando nuestras vidas, haciéndolas pedazos. “El apuro” del que definitivamente creo que debemos exorcisarnos para ganar en calidad de vida para volver a encontrarnos a nosotros mismos y poder encontrarnos con los demás.
¡Gracias Polaca!