Que mi cuerpo sea una fuente de agua viva.
de amor y de esperanza
Que mis manos hablen de amor y de confianza;
Que ellas lleven el calor y la ternura que necesitan
las personas que me rodean.
Que mis orejas escuchen
las personas que lo necesitan
con amor y confianza.
Que mi cuerpo y mi ser
no sean problema para la Iglesia
Que mi sonrisa sea bálsamo
para que las heridas
de la vida se cierren.
QUE NOS DEJEN SER LO QUE SOMOS: MUJERES
MUJER SÍ CON UN SÍ BIEN GRANDE.
Imma Saula
Del blog de Mara López, De Vuelta a Galilea
y su comentario de Facebook: