
Gracias, por tu apoyo incondicional, tu escucha, tu capacidad de ayudarme a pensar, gracias por ser tan generoso conmigo cuando me decís que soy una “excelente madre”, gracias también cuando se lo decís a los demás, gracias por ser un padre presente, preocupado y ocupado, gracias por amarme gorda y gracias por amarme flaca con la misma ternura, gracias cuando te copas con mis proyectos, gracias por saber ocuparte de nosotros y cuidarnos, gracias por hacerme reír, gracias por reírte conmigo, gracias por saber disfrutar juntos, gracias por saber emocionarte y llorar, no sabes lo que te agradezco tu capacidad de emocionarte!! Gracias por el mate de cada mañana hace 18 años. Gracias por haberme elegido para aprender conmigo el amor. Gracias por proponerte vivir 100 años. Gracias por ser mi Sancho Panza y pelearte conmigo contra los molinos de viento, gracias por ser mi compañero y mi amigo. No quiero dejar de decirte que te admiro y te respeto. Tengo la certeza que tu fidelidad y tu compañía están haciendo de mi una mejor persona.